El próximo 1 de agosto entra en vigencia una Ley muy esperada en Chile. Pero que responde a una necesidad global de mejor trato al interior de las organizaciones.
Ya estamos en la cuenta regresiva para que rija en Chile la Ley Karin, que modifica el Código del Trabajo y otros aspectos en torno al acoso laboral, sexual o de violencia en el trabajo. Y el contexto inmediato entrega números preocupantes, ya que, según la Dirección del Trabajo, entre enero de 2022 y abril de este año hubo más de 4.600 denuncias, siendo un 67,8% de estas realizadas por mujeres.
Como toda normativa legal, incluye detalles muy específicos que es necesario tener en cuenta, aunque su gran propósito es que las relaciones laborales estén basadas en un trato libre de violencia, con respecto a la dignidad de las personas y con perspectiva de género.
Marisol Aguayo, Directora de Talent Solutions Right Management Chile, comenta que “desde el punto de vista de los empleadores, esta nueva ley se va a materializar en tres pilares fundamentales, que son la prevención, la fiscalización y la sanción. Y su primer enfoque -el preventivo- se va a lograr mediante una sensibilización y capacitación periódica de todas las personas que integran una organización”.
En ese sentido, la experta explica que la norma tendrá un alcance universal, rigiendo tanto para el sector público como privado, y para empresas de cualquier tamaño.
Entre las principales conductas que tipifica como “indebidas”, se cuenta el acoso sexual, con las implicancias respectivas y no consentidas, que amenazan o perjudican la situación laboral de la víctima.
Otra faceta de la nueva ley apunta al acoso laboral, mediante cualquier conducta de agresión u hostigamiento ya sea una vez o reiterado, afectando la dignidad o menoscabando a una persona.
Finalmente, la Ley Karin también apunta a la violencia en el trabajo, incluso si la agresión es ejercida por terceros, como por ejemplo clientes o proveedores, que afectan a un equipo durante la prestación de sus servicios.
“Es importante precisar que si bien la nueva norma busca educar y prevenir, obligando a las empresas a establecer protocolos de acción ante casos de acoso y violencia laboral, también regulará mediante sanciones las denuncias que resulten falsas o infundadas”, explica Marisol Aguayo.
En ese sentido, a juicio de la experta, la capacitación resulta clave, ya que apunta a generar una mayor responsabilidad organizacional, con búsqueda de medidas proactivas de prevención, así como velar por la confidencialidad de las actuaciones.
“La Ley Karin regirá dentro de poco, pero su llegada a las empresas ya comenzó, ya que es fundamental estar preparados no solo en cuanto a lo normativo, sino que a cómo logramos promover el verdadero espíritu de la norma en grupos humanos que requieren de mayor respeto, pero también de mayor cultura para lograr un trato libre de violencia y acoso en todas sus formas”, finaliza la ejecutiva de Talent Solutions Right Management Chile.