Una de las principales características de las carnes blancas, como el pollo, es que son más magras, lo que las hace perfectas para dietas bajas en calorías y colesterol. Un informe de la industria cárnica, elaborado por la Asociación de Exportadores de Carne, estableció que el pollo es la proteína más consumida en Chile, representando el 39% del total.
A su vez, la producción y las exportaciones de carne de cerdo anotaron en 2023 un alza del 13%, junto a una baja en sus precios registrada durante igual periodo. En ese contexto, ambas opciones se posicionan y consolidan como alternativas atractivas para las personas, en atención a su versatilidad a la hora de elaborar un menú sano, equilibrado y nutritivo.
Seara, marca perteneciente al conglomerado JBS, es una de las empresas líderes en el sector alimentario a nivel global, y en Chile ha fortalecido su portafolio de productos para adaptarse a las tendencias mencionadas y responder adecuadamente a la creciente demanda.
De este modo, en su variada selección de alimentos congelados de origen avícola, cuenta con pechuga deshuesada, trutros deshuesados, trutros enteros, pechuga entera, trutros ala, pollo entero, trutros cortos, Golden Chicken Alitas Crocante, trutros largos, filetes de pechuga y los clásicos rebozados de pollo. Estos productos se comercializan en formatos de 100, 550 y 800 gramos, así como en presentaciones de 1 y 2 kilogramos.
En cuanto al cerdo, Seara dispone de costillares, lomo sazonado, Baby Back Ribs, punta de ganso sazonada, pulpa de pierna sazonada y longanicilla clásica, disponibles en 180, 400, 550 y 800 gramos y en envases de 1.8 kilogramos.
Es importante resaltar que la contribución de las carnes congeladas es esencial en términos de ahorro presupuestario, eficacia y optimización del tiempo. Esto se debe a su prolongada durabilidad de hasta 365 días, a diferencia de las carnes frescas (con una vida útil limitada) y las carnes envasadas al vacío (con una duración máxima de 90 días). Además, su presentación en porciones facilita la descongelación de la cantidad necesaria para su consumo, reduciendo el desperdicio.
Estos avances son posibles gracias a la tecnología Individual Quick Freezing (IQF – Congelado Rápido Individual), método que permite congelar alimentos de manera eficiente y preservando sus propiedades. En el caso de las carnes avícolas y porcinas, se
lleva a cabo un proceso de congelación en su punto máximo de frescura, manteniendo así su ternura, sabor, y valor nutricional.
Por último, cabe señalar que los hábitos de consumo en Chile se han alineado con la tendencia global de compras planificadas, impulsada por la búsqueda del ahorro. Según un estudio de Kantar, el 48% de las personas planifica sus compras de productos cárnicos para mantener la cantidad necesaria y el 27% aprovecha las ofertas, aunque no los consuma de inmediato.