Durante esta jornada se realizó el último de los talleres de sensibilización sobre mediación penal juvenil, instancia organizada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil y la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), junto con la colaboración estratégica del programa EUROsociAL de la Unión Europea.
El ciclo de talleres regionales en la zona norte se llevó a cabo en el marco de la implementación del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil (SRJ) en el país, que entró en funcionamiento el 13 de enero de 2024 desde Arica y Parinacota hasta Coquimbo.
Sobre la iniciativa, la directora del SRJ Coquimbo, Loreto Rebolledo, manifestó que “junto con la creación del nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil, una de las principales novedades incluidas en la reforma al sistema de responsabilidad penal adolescente en Chile es la mediación penal juvenil, que surge para abordar algunas causas de los jóvenes para que no necesariamente terminen con alguna medida o sanción más punitiva, sino que apunta a la justicia restaurativa. Eso es un enfoque nuevo que nos ayuda a que el joven se responsabilice, y así también lo espera la víctima, para que socialmente podamos avanzar en una mirada mucho más comunitaria. Evidentemente hay delitos que no pueden ser mediados, pero hay una cantidad de delitos menores que sí, siempre y cuando la víctima lo desee”.
El taller contó con la participación de representantes de las instituciones ligadas a la temática, junto con los mediadores de la región y operadores del sistema. Además, fue guiada por los especialistas en mediación penal juvenil Iván Navarro y Roberto Moreno. Navarro es docente e investigador doctoral de la Facultad de Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid y miembro del Programa Justicia Restaurativa y Paz Social de la Universidad Católica de Chile. Moreno es responsable de justicia, personas en prisión y víctimas del terrorismo en la Defensoría del Pueblo del País Vasco (Ararteko).
La mediación tiene un gran impacto en la cohesión social. En primer lugar, porque otorga voz y participación a las víctimas, dándoles protagonismo en el sistema penal juvenil. En segundo lugar, porque aborda no solo el daño físico causado, sino también cómo se perjudican las relaciones entre personas, especialmente en contextos juveniles. Dado que muchos delitos ocurren en entornos escolares y familiares, la mediación penal juvenil se convierte en una oportunidad para reparar relaciones y desarrollar habilidades de resolución de conflictos.