Nicolás Cabrera, profesor de Historia y Ciencias Sociales, Colegio Bernardo O’Higgins de La Serena
El 20 de agosto de 1778 nacía en Chillán uno de los considerados como Libertadores de América: Bernardo O’Higgins Riquelme.
Si bien mucho del legado del prócer se ha mantenido en el tiempo, como la escuadra nacional en la parte militar, o el Instituto Nacional en la parte educativa, así como también su aporte al ordenamiento del país, el darle fisonomía e insertar conceptos republicanos, entre otros, también su natalicio es un buen momento para recordar el aporte que O’Higgins hizo al país.
Y en torno a eso, creo que en el plano educativo tenemos una deuda pendiente en el currículum, porque se ve muy poco lo que es la formación de la república, no se hace una profundización en los objetivos de aprendizaje hacia la vida de O’Higgins, y desde mi punto de vista, como profesor de historia, creo que estamos al debe.
La gran deuda histórica que tenemos con el prócer es mantener su legado, porque aportó a que la educación se vaya democratizando, tuvo una clara intención de educar al pueblo, de formar ciudadanos, y siento que esa responsabilidad ha sido invisibilizada tanto en a educación como en la historiografía.
Finalmente, quiero destacar los valores o’higginianos, como el compromiso, la responsabilidad, la perseverancia, así como el tomar las riendas de un país que se estaba formando, no tuvo miedo y fue bastante valiente al tomar una tarea sumamente importante en un momento en que había muchas dudas de quiénes somos.