Especialmente en la época invernal:
· En Chile, se estima que 4 de cada 10 pacientes dermatológicos crónicos tienen algún problema al utilizar alguna prenda de vestir que pueda dejar al descubierto la enfermedad que padecen o que puedan producir alguna irritación o daño producto del material.
· Entre el 10 y el 20% de la población mundial ve afectada su salud mental con el cambio de estación.
Santiago, junio de 2023.- Comienza el invierno, época caracterizada por las bajas temperaturas lo que genera diversas enfermedades respiratorias, pero con el frío también aparecen diversos problemas de salud que, contrario a los resfríos, pueden ser poco perceptibles. Tal es el caso de las afecciones a la piel o también llamadas enfermedades dermatológicas que suelen desarrollarse durante esta temporada y que son molestas para muchos pacientes.
Con la llegada de climas menos templados, no todas las personas pueden mantener su hogar calefaccionado o de ropas abrigadas. En algunos pacientes, se puede producir un recrudecimiento en su piel, un aumento y gravedad de los brotes característicos de las enfermedades dermatológicas e incluso puede producir cambios que afecten su estado de salud en general.
La Organización Mundial de la Salud señala además que el 80% de las enfermedades de la piel traen consigo síntomas somáticos, es decir, los pacientes sienten una ansiedad extrema exagerada a causa de sus síntomas físicos, que, a la vez, los imposibilita de realizar sus actividades de la vida diaria o desenvolverse incluso en sus trabajos
Respecto a lo que viven los pacientes en un clima menos templado, la doctora Natacha Quezada, dermatóloga de UC CHRISTUS explica que “en invierno, el frío produce una vasoconstricción en la superficie de la piel, lo que implica que la sangre muchas veces no llegue de la mejor manera a la piel. También se usa calefacción, y si esta tiene mucha intensidad, ese calor puede producir que el agua de la piel se pierda, factor adicional que hace que la piel se seque”.
Se estima que 4 de cada 10 pacientes dermatológicos crónicos tienen algún problema al utilizar alguna prenda de vestir que pueda dejar al descubierto la enfermedad que padecen o que puedan producir alguna irritación o daño producto del material. Aún más, entre el 10 y el 20% de la población mundial ve afectada su salud mental con el cambio de estación.
Las enfermedades dermatológicas crónicas inmunomediadas se caracterizan por ser altamente discapacitantes. En Chile, las más frecuentes son la Hidradenitis Supurativa, Dermatitis Atópica, Psoriasis, Urticaria Crónica y Vitiligo, que afectan, según estimaciones, unas 500.000 personas de la población adulta. Los pacientes que padecen estas enfermedades son los más perjudicados durante esta época.
Francisco Tapia Besnier, presidente de Fundación Padece y paciente de Hidradenitis Supurativa, asegura que es indispensable visibilizar la realidad de los pacientes afectados por estas enfermedades, advirtiendo que “las heridas, abscesos, eczemas y brotes en la piel se agravan con la sequedad y el frío, además del uso de capas de ropa abrigada de algunos materiales que pueden ser dañinos. Además del gran dolor que generan de manera permanente, se debe tolerar un grado no menor de incomprensión, ya que nuestro padecimiento se invisibiliza mucho más durante este tiempo. Uno se aísla, principalmente por vergüenza o por incapacidad realmente”.
Con relación al acceso a tratamientos, Francisco Tapia Besnier, expone que «el tratamiento de ninguna de estas enfermedades cuenta con cobertura estatal, pese a lo costosos que son. Hoy es imprescindible visibilizar que las enfermedades de la piel son una realidad que afecta física y emocionalmente a los pacientes, además de afectar gravemente las finanzas familiares, por eso no pueden estar relegadas solamente a una categoría estética o cosmética».
Sumado a lo anterior, pacientes que padecen Hidradenitis Supurativa, en tanto, durante el invierno pueden sufrir un empeoramiento de su condición producto del aumento de las fuerzas de roce y cizalla producto de la mayor cantidad de ropa y el grosos de las mismas, lo que implica el padecimiento de mucho dolor y de grandes incomodidades al desplazarse y realizar las actividades de la vida diaria e incluso laborales.
Finalmente, la doctora Quezada aconseja que “quienes padecen de Dermatitis Atópica, por ejemplo, deben ser muy cautelosos y cuidar todo aquello que pueda afectarles. Particularmente, se debe ser cuidadoso con el tipo de material con el que se fabrican las prendas como bufandas, chalecos, parkas, guantes, camisetas y todo cuanto entre en contacto directo con la piel, ya que su condición basal inflamatoria puede provocar recrudecimiento e incluso agravamiento de sus brotes y eczemas”.