El desarrollo de una agricultura sustentable en sus sistemas productivos, acorde con el medio ambiente, es uno de los compromisos asumidos e impulsados por el Ministerio de Agricultura durante los últimos cuatro años.
Un desafío que ha cobrado relevancia ante los efectos que enfrenta hoy el sector agroalimentario producto del cambio climático y que se ha ido materializando gracias a la ejecución de herramientas que brindan mejoras en materias de competitividad, adaptación y de cuidado con el entorno.
Es en esta línea que la cartera agrícola, a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), ha potenciado la ejecución de proyectos de riego con sistemas energéticos renovables, con la instalación de paneles fotovoltaicos. Entre los años 2018 y 2020, a nivel nacional, la institución ha financiado un total de 1.060 obras de estas características por medio del Programa de Riego Intrapredial, Programa de Riego Asociativo y el Programa de Riego de Obras Menores. Acción que además de generar un importante impacto económico, al disminuir entre un 80% y 90% el costo energético para los pequeños agricultores ha contribuido a disminuir en 1.947,68 toneladas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el país.
“Sin duda que este tipo de obras contribuyen a potenciar la actividad agrícola y a mejorar la calidad de vida de nuestro mundo rural. Gracias a estos proyectos ejecutados se logra beneficiar al productor, quien puede administrar de forma más eficiente el recurso hídrico disponible y reducir los costos de producción, pero a la vez también se esta contribuyendo al cuidado del medio ambiente aprovechando los recursos naturales, desarrollando una actividad sustentable y sostenible en el tiempo, que es lo que buscamos como Ministerio de Agricultura”, señaló el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes.
Para el director regional de INDAP, José Sepúlveda, este trabajo de la institución permite “que la Agricultura Familiar Campesina logre enfrentar un desafío tan grande como es el mitigar los efectos del cambio climático. Para eso hemos destinado recursos históricos en el presupuesto de riego, que en la región de Coquimbo desde el 2018 hasta este 2022 ha aumentado más de tres veces. Asimismo, realizamos talleres sobre el cambio climático, lo que nos permitió recoger el sentir y los requerimientos de nuestros usuarios y usuarias para enfrentar esta problemática”.
En la Región de Coquimbo, durante los años 2018 y 2020 se financiaron 164 proyectos de riego impulsados a base de energías renovables no convencionales, que gracias a su puesta en marcha han generado un impacto positivo en el medio ambiente, reduciendo un total 236,82 toneladas de emisiones de C02, lo cual equivale a recorrer 150 veces ida y vuelta entre Arica y Punta Arenas, con un vehículo que genera 151 gr CO2/Km.