Arquitectura digna, fenómenos preconstitucionales

Uwe Rohwedder FotoUwe Rohwedder
Arquitecto y académico UCEN

Chile tiene muy buenos arquitectos, pero la buena arquitectura y los creativos diseños no llegan a la mayoría de los ciudadanos y ni hablar de lo que está sucediendo con nuestras ciudades a escala metropolitana o intermedia.

Un ejemplo podría ser el cordón precordillerano de Santiago, a lo largo de muchos kilómetros y pasando por varias comunas, aun se puede encontrar algo de bosque esclerófilo, flora nativa, parques naturales, algunos protegidos, pero vemos con vergüenza como el apetito inmobiliario sigue su avance y extensión sin planificación y menos cuidado por el frágil pero rico paisaje biodiverso.

Ese verdadero colchón vegetal y natural debiera ser una gran franja protegida para actividades recreativas y educativas, en lo principal una franja vigilante que nos proteja de fenómenos climáticos, deshielos, lluvias, aludes y permita oxigenar y ventilar los soleados veranos que además podrían constituir cordones de fuego y amenazar seriamente a quienes habitan en sus cercanías, en especial si no se planifica desde una mirada ecológica su crecimiento y ocupación.

Sigue siendo una esperanza que la nueva constitución incluya en forma responsable el crecimiento planificado como también permita un acceso mas igualitario a zonas que son ricas en paisajes y que de verdad pertenezcan a todas y todos, para cuidar ese pie de cerro tan lleno de situaciones naturales para el juego de los niños como para el paseo de adultos mayores, recordando el 8-80 que nos dice que los buenos lugares para vivir deben acoger tan bien a niños de ocho años, como a adultos de ochenta.

Estas líneas van como una alerta temprana para hacer conciencia para que estos paisajes constituyan zonas protegidas de la depredación, del cemento y de la mirada mezquina para entender que la naturaleza transformada constituye riesgos futuros. La zona antes descrita necesita de una mirada integral para que se resguarde con eco diseños las quebradas y los cursos de agua que dan vida y sostienen eso tan valioso que es el suelo.