Durante varias semanas participaron de un curso de primeros auxilios psicológicos, dictado por la Universidad Católica.
Sesenta y cinco funcionarios de la dirección regional del Sename Coquimbo y de los centros de justicia juvenil se certificaron en medio de la pandemia en primeros auxilios psicológicos.
Este curso a distancia, dictado por la Pontificia Universidad Católica, entrega conocimientos que permiten a los funcionarios proveer primeros auxilios psicológicos a afectados por crisis u otros eventos potencialmente traumáticos, como el confinamiento.
Para la coordinadora de la Unidad de Justicia Juvenil del Sename Coquimbo, Patricia Alfaro, "la formación recibida en primeros auxilios psicológicos nos entrega herramientas para apoyar a otros en el afrontamiento de una crisis, ya sea personal, familiar, social o de otra índole, a través del reconocimiento, el manejo de emociones y sentimientos, la identificación de las necesidades y la definición de prioridades. Por esto, los conocimientos adquiridos podrán ser utilizados en la atención de jóvenes y sus familias en situaciones de crisis, así como en la asesoría a equipos técnicos y profesionales de intervención directa, y en el apoyo y acompañamiento de nuestros propios equipos de trabajo".
Los funcionarios cuentan ahora con competencias concretas, que permiten brindar una atención inicial óptima a niños, niñas y jóvenes desde el punto de vista de su salud mental, durante el contexto de pandemia, para entregar alivio inmediato y disminuir las probabilidades de que desarrollen secuelas psicológicas.
Adicionalmente, los funcionarios capacitados mejorarán de manera significativa la calidad de sus atenciones, integrando herramientas de salud mental como elemento relevante del bienestar y cuidado de sus sujetos de atención.
El curso se desarrolló durante 21 horas pedagógicas, por lo que la directora del Sename Coquimbo, Verónica Zárate, valoró el esfuerzo de los funcionarios por seguir capacitándose, pese al contexto de emergencia sanitaria.
"Se agradece el compromiso de los funcionarios del servicio de participar en este proceso de formación, que permite que cuenten con una herramienta concreta de intervención en situaciones de emergencia y de crisis. Felicito el esfuerzo y compromiso", añadió.
Carolina Alfaro es educadora de trato directo nocturno del centro semicerrado de La Serena. Hace algunos días le tocó abordar con una adolescente el incendio que afectó a la residencia colaboradora Rimanakuy del Hogar de Cristo, en donde, relata, pudo poner en práctica lo aprendido en el curso.
"La verdad que es un curso que valoro mucho, ya que enseña herramientas para trabajar con personas en momentos de crisis, tal como fue el caso de la niña que había presenciado el incendio. Con el curso apliqué las técnicas enseñadas, ya que te ayuda a escuchar y dar el apoyo que necesita la persona y los pasos a seguir en la ayuda que se requiera", recalcó la funcionaria.
El curso incluyó la revisión de documentos escritos, estudio de videos y participación en una sesión de preguntas y respuestas. La evaluación teórica a distancia incluyó preguntas de todos los contenidos del protocolo y su aplicación a casos hipotéticos.