Director Carrera Contador Auditor, UCEN
El impacto del coronavirus en los estados financieros de las empresas a todo nivel ha sido evidente y no solo en la mayoría de las empresas manufactureras en todo el mundo que importan una gran variedad de productos desde China, Estados Unidos y otros países afectados por la enfermedad.
Dichas empresas dependen de la venta para alcanzar sus objetivos financieros y se han visto inevitablemente afectadas, con impactos a corto plazo y secuelas a largo plazo. Los problemas de solvencia financiera, incumplimiento de convenios, reducción de operaciones en adquisiciones e inversiones, disminución del consumo, así como la producción y envíos internacionales afectan a los estados financieros y desencadenan indicaciones para mitigar estos riesgos en las industrias afectadas –o contagiadas- directa e indirectamente.
En Chile, diversas empresas de distintos sectores industriales han disminuido el número de trabajadores y los salarios, acogiéndose a las leyes de protección social. Esta no es la solución ya que el desafío empresarial está en que este impacto sea de corto plazo, buscando, por ejemplo, optimizar la tecnología y potenciar el comercio electrónico para que sus operaciones se mantengan, aunque sea a un nivel reducido, pero asegurando algo de liquidez.
Así las cosas, será necesario que el Gobierno y las autoridades del sector financiero también apuren el tranco en la adopción de medidas tributarias para inyectar liquidez a la economía nacional y evitar su anunciada decadencia para el 2021.