De acuerdo a una encuesta de Laborum.com, un 47% de las mujeres ya decía sentirse discriminada en su trabajo por ser mamá antes de la crisis sanitaria. Según expertos, hay que atender este problema durante el home office que la mayoría de las empresas está implementando, siendo clave una división de tareas entre padres y madres, junto con el apoyo de los líderes y las compañías a través de distintos beneficios, como flexibilidad horaria, ayuda con la enseñanza de los hijos, entre otros temas.
Un poco antes de que comenzara la crisis sanitaria en Chile y el resto de los países, el mundo en general tuvo un foco importante en los derechos de la mujer y la equidad de género. La eliminación de las brechas salariales y el poder optar a los cargos gerenciales y las responsabilidades que caen sobre ella respecto a las labores de cuidado y del hogar eran temas que preocupaban.
Sin embargo, debido a la pandemia del COVID-19 muchas de las empresas instauraron como modalidad de trabajo el home office, así como también los recintos estudiantiles debieron paralizar la asistencia de los niños las salas cunas, jardines o colegios, para evitar la propagación del virus. Esto trae como resultado un tema invisible a los ojos de muchos: el tiempo laboral que destina una mujer a su trabajo, que además se divide en la atención y tareas de los hijos, cuidado de personas enfermas y adultos mayores, sin sumarle aún las necesidades que presenta un hogar, o sea la conocida segunda jornada laboral no remunerada.
De acuerdo a un estudio realizado por la Fundación Sol a comienzos de marzo de este año, de las personas con inactividad en Chile, un 96,6% de quienes se dedican a labores de casa son mujeres, siendo sólo un 3,4% hombres. Además, el informe indica que los trabajos más feminizados son los vinculados al cuidado de la vivienda (92,4%), enseñanza (72,2%) y atención de salud (74,1%). O sea, lo que en muchos hogares se está requiriendo hoy día.
“Este periodo de trabajo remoto puede ser un momento muy complicado y agobiante para muchas personas, sobre todo para aquellas que cargan con más de una responsabilidad. Por lo mismo, es importante que las labores de cuidado, educación y mantención del hogar puedan ser compartidas tanto por mujeres, como por hombres. Cuando hombres y mujeres trabajan, ambos deben cumplir con las mismas responsabilidades ante sus jefaturas, equipos de trabajo y por eso, la división en la casa es fundamental. La corresponsabilidad no debe ser sólo parte de una cultura empresarial, sino que también debe venir desde la misma familia, de esta forma se irá dando espacio para que las mujeres puedan cumplir sus múltiples roles, sin una sobrecarga de trabajo”, indica María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com.
De acuerdo a cifras que maneja la plataforma Laborum.com, un 47% de las mujeres que son mamás se han sentido postergadas y perjudicadas en su empleo por tener un hijo. “La idea del teletrabajo es mejorar la calidad de vida de las personas y que puedan congeniar lo profesional con lo personal. Sabemos que este home office no es una opción escogida por los colaboradores y, a pesar de sus beneficios, puede traer en estos momentos estrés y angustia, por lo mismo para eliminar la carga en la casa, la división de las tareas es imperiosa. Padres y madres deben cooperar en la separación de los espacios durante las horas de video conferencia o de mayor carga laboral, pero queremos recalcar que no sólo ellos deben hacerse cargo porque en caso de que sean separados, todos los adultos del hogar pueden cumplir roles y así mejorar la convivencia en el hogar.”, agrega María Jesús García-Huidobro.
Francisco Droguett, gerente de productos de Sodexo concuerda con la experta e indica que “hace poco realizamos una encuesta a las mujeres sobre maternidad y un 69% cree que estar embarazada es una complicación para su empleo. Una realidad bastante triste pues el embarazo con el desarrollo profesional deberían ser compatibles, evidentemente el compromiso de la profesional y la calidad de su trabajo no tienen por qué verse afectados por la maternidad”.
Además, Francisco asegura que las empresas juegan un rol fundamental, sobre todo en momentos como estos. “Para hacer más llevadero el trabajo desde la casa con menores de edad las empresas tienen que entender y conocer la realidad de cada uno de sus colaboradores. De esta manera ayudarán a mejorar los tiempos en los que se entregan pendientes o la efectividad de las videoconferencias. También recomendamos tener más flexibilidad con los horarios, siempre cuidando el respetar al menos 12 horas de desconexión”. El encargado de Sodexo finaliza señalando que: “Tenemos que entender que un colaborador que está trabajando desde su hogar, sobre todo hoy en día, necesita beneficios y apoyo, pues las labores se pueden tornar más pesadas, y al mismo tiempo, por la distancia física, es importante hacer tangible el cuidado y preocupación de la empresa por sus colaboradores. Por otro lado, una compañía que en tiempos como estos se sigue preocupando del bienestar de sus equipos obtendrá más compromiso y productividad por parte de sus empleados independiente de su género”.